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TALLER SHOÁ 2009

JUSTOS DE LAS NACIONES

Ceremony in honor of Louise Roger, Righteous Among the Nations from France



On Tuesday, October 27, 2009, Louise Roger, a Righteous Among the Nations from France, was posthumously honored at Yad Vashem. Her grandchildren, Robert Roger and Marie-Terese Roger, arrived especially for the event from France, and received the medal and certificate of honor on her behalf. The ceremony was preceded by a memorial service in the Hall of Remembrance. The Righteous’ grandchildren rekindled the eternal flame in memory of the victims of the Holocaust, among them also the parents and grandmother of Ehud Loeb, the small boy who was saved by Louise Roger. The awards were presented in a moving ceremony in the Garden of the Righteous by the Chairman of the Commission for the Designation of the Righteous Among the Nations Justice Jacob Türkel and Yad Vashem Chairman Avner Shalev. The event took place in the presence of Dr Ehud Loeb, his family and friends, French Ambassador to Israel Christophe Bigot, members of Aloumim, the Association of Jewish Children Hidden in France during the Holocaust, and a group of French teachers attending a seminar at Yad Vashem’s International School for Holocaust Studies. Dr. Loeb described the time he was hidden in Louise Roger’s farm as a “fragile happiness”. “I do not remember ever receiving a hug or a kiss from her, but I loved her and knew that she loved me. I had become her grandchild”, he said. Robert Roger thanked Yad Vashem for the honor bestowed on his grandmother, and told the audience about his grandmother – a simple woman, challenged by the hardship of a lonely life on her little farm, but who never questioned the need to help the young boy when he was brought to her.
Justice Jacob Türkel, Chairman of the Commission for the Designation of the Righteous Among the Nations, and Avner Shalev, Yad Vashem Chairman, presenting the medal and certificate to the grandchildren of Righteous Among the Nations Louise RogerFor more pictures click here
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25-10-09
Por Matias Marini

Acababa de emerger la fumata blanca de la Capilla Sixtina cuando los rumores ya gritaban que el cardenal argentino Jorge Bergoglio, un jesuita, había estado a punto de ganar la votación cardinalicia para quedarse con el trono de Juan Pablo II. Ahora, a falta de uno, son dos los argentinos que habrían estado nuevamente en el centro de la atención mundial, esta vez entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz 2009. Así lo señaló el director del Instituto noruego para la Investigación sobre la Paz (PRIO), Kristian Berg Harpviken, quien todos los años elabora un listado extraoficial de los posibles aspirantes a ser considerados por el Comité sueco. Es ahí donde aparecen el nombre del maestro de orquesta Daniel Barenboim y del pacifista Baruj Tenembaum, dos argentinos radicados en el exterior. El dato de PRIO coincide con la casa londinense de apuestas Ladbrokes, conocida como "la quiniela del Nobel", que incluyó a ambos en una apuesta hecha un día antes de conocerse quién sería el ganador. "Mi mención me tomó por sorpresa", dijo Tenembaum a PERFIL, en comunicación telefónica desde Suiza. "Cuando mi nombre apareció en danza, recibí muchos llamados de gente destacada en el mundo", comentó. "La paz es eliminar al enemigo convirtiéndolo en amigo. Es sembrar solidaridad entre todos los hombres. Es el derecho a ser distinto", comentó este santafesino que aboga por el diálogo judeo-católico y que se exilió en enero de 1976 tras ser secuestrado por la organización parapolicial Triple A. Por su parte, Barenboim es desde hace años un candidato firme al Nobel por sus esfuerzos para lograr un entendimiento duradero entre palestinos e israelíes. El concertista dirige una orquesta con músicos musulmanes y judíos. Por lo pronto, habrá que esperar medio siglo para saber cuán cerca estuvieron estos argentinos de acariciar el Nobel. Es que a diferencia del férreo secreto vaticano, transcurridos 50 años el Comité sueco revela quiénes fueron los candidatos y cómo quedaron posicionados.
25-09-09
La gallega que salvó a 500 judíos
Lola, la «Schlinder» de Ribadavia, regentaba la cantina del ferrocarril y organizó entre 1941 y 1945 una red de fuga de judíos para pasarlos a Portugal. Su heroicidad, que revelamos en exclusiva, ha sido reconocida en Isral. Ni su hijo supo de su vida clandestina.

Un hombre de estatura elevada, barbudo y sucio, tapado con un abrigo de mendigo, está acurrucado en una esquina del único banco de madera del andén. Lleva todo el día mirando de reojo pasar vagones Miño abajo. Cae la noche de abril sobre la estación de ferrocarril de Ribadavia. La voz sale desde el quiosco, famoso por las rosquillas, dulces de almendra y licor
de café, que regentan las hermanas Touza: «Mira ese hombre, lleva todo el día ahí sentado sin coger un tren…».
27-08-09
Inauguran monumento a los polacos que salvaron judíos
El presidente polaco, Lech Kaczynski (foto), inauguró en Lódz un monumento en honor de los polacos que arriesgaron su vida para salvar a sus vecinos judíos del Holocausto, lo que permitió que miles de personas escapasen de la muerte a manos de las tropas de ocupación nazis.



 
¿QUIEN ES DEFINIDO COMO JUSTO?
SER DIFERENTES EN UN MUNDO INDIFERENTE
Historias de quienes reivindicaron el honor cuando con sus conductas arriesgadas y desinteresadas,ayudaron y salvaron a judíos en los trágicos días de la Segunda Guerra Mundial.
La Ley no entra en detalles al definir el término.En general, es aplicado a un individuo con calidad moral, que en tiempos conflictivos brindó su ayuda desinteresada a judíos, aunque en la interpretación del concepto, se exigen otros requisitos para ser incluido en esta categoría.
Algunos casos relacionados con estas normas planteados ante el Comité, creaban problemas de interpretación. Un ejemplo es el de quienes poseían inmunidad diplomática y desafiaban las instrucciones de sus gobiernos otorgando visas para países donde los judíos no eran perseguidos.
Publicado por Abraham Zylberman
Sitios de conmemoración
En los primeros años de la existencia de Yad Vashem los Justos o sus familiares plantaban árboles en el Monte del Recuerdo. Hoy en día sus nombres son grabados en alguno de los muros del Jardín de los Justos.